Perdí lo que nunca tuve
- De Lágrimas a Canciones
- 2 abr 2024
- 5 Min. de lectura

Desde hace varios días he querido escribir sobre el duelo de separación con un psicópata narcisista, pero realmente me ha costado mucho trabajo encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que se siente y se piensa en este camino de dolor y victoria. La mejor frase que encontré para explicar esto que siento es: perdí lo que nunca tuve. Así cómo la lees, suena a locura o ridiculez, pero te prometo que es real. El duelo con un psicópata o narcisista se basa en LA MUERTE DE UNA PROMESA.
Todo psicópata carece de una identidad bien estructurada y completa; por lo que, para poder establecer vínculos sociales e interacciones humanas, crean una imagen ficticia a raíz de los deseos y las expectativas del otro. Existe una técnica de manipulación dentro de la psicología oscura, llamada ALMAGEMELIZACIÓN. Y para explicarla, te voy a contar con palabras muy básicas cómo lo entendí yo.

Imagina que el psicópata es un maniquí sin ningún tipo de expresión facial, sin movimiento, sin color, sin textura; pero que te descubre, te estudia, te observa y toma RECORTES de todo lo que forma parte de ti. Recortes de tus colores, tus texturas, tus formas, tus movimientos, tus deseos, sueños, gustos y anhelos. Lo toma, se lo pega encima y llega contigo a presentarse. Al verlo, descubres todo lo que tú amas y que forma parte de ti, en él. Entonces piensas que encontraste a tu alma gemela. Pero con el pasar del tiempo, esos recortes se vuelan con el viento, se mojan en la lluvia, se deshacen, se desintegran, se le caen y experimentas una tormentosa confusión porque no sabes con quién has estado.
“¿Quién eres en realidad?” Piensas que es una crisis propia de la relación y te sigues dando por entero porque quieres luchar por esos colores, texturas y esas formas que conociste al inicio de la relación. Así que te empeñas en darlo todo para salvar lo que pensabas que tenías. Cuando descubres que dentro de él no había nada, más que un vacío frío y desolado, a blanco y negro, con texturas que lastiman y con formas que confunden… entonces piensas que es demasiado tarde. Se te cae el mundo entero, pues descubres que en el proceso de haber luchado por él, fuiste arrebatada de tus propios colores, formas y texturas. Él te recortó a ti para poder formar una y otra y otra vez esa máscara que con el tiempo se le caía; pero que volvía armar.. Te recortó con engaños, agresiones, sin razón alguna, sin merecerlo, y encima de tanta herida… tú no te dabas cuenta de que estabas siendo recortada, pues pensabas que le ayudabas a él a recuperarse. Cuando todo se acaba, y piensas en la máscara del inicio, no puedes creer lo mágico y hermoso del momento, puesto que implica un verdadero acto de magia e ilusionismo.

No fue nada real, todo fue una estafa. Lo diste todo a cambio de un truco. Y sí, yo sé que libera el abrir los ojos a la realidad y poder decir: NO MÁS. NO TE DARÉ MÁS MIS COLORES, FORMAS Y TEXTURAS. NO MEREZCO SER RECORTADA POR NADA NI NADIE. Pero…
Pienso en mi, hace 15 años, en esa mujer alegre, fuerte, llena de ilusión, y qué ganas me dan de regresar a ella y explicarle lo valiosa que es y lo hermoso de ser ella misma, sin recortarse. Y pienso en aquella joven tan inocente y en cómo se sentía ella con la máscara del depredador. Pfffff… si esa máscara fuera real…. qué partidazo de hombre. Duele mucho decirlo pero… vaya qué lo extraño. He extrañado muchísimo a la máscara. Extraño sus brazos fuertes en los que me hundía al abrazarlo. Extraño su amabilidad, su sonrisa y su forma de ser tan servicial cuando venían amigos o familia a la casa. Extraño cuando me llevaba flores sin motivo alguno. Extraño cuando de novios imaginábamos nuestra vida en familia con Dios al centro de nuestras vidas. Extraño cuando planeábamos viajes o salidas. Pero luego me doy cuenta de que era yo quien buscaba los abrazos, él evitaba a toda costa esos gestos afectivos, a veces hasta se los tenía que pedir o rogar. Luego recuerdo que esa amabilidad, esa sonrisa y actos de servicio, sólo los tenía cuando había “público” y lo hacía para quedar bien, pues cuando estábamos solos, llegó a decirme que yo no era nada más que su sirvienta. Luego recuerdo que me llevaba flores, y yo me emocionaba, pero descubrí que tenía a su amante. Así que sólo las llevaba para que yo no sospechara, o para quedar bien. Recuerdo también que de novios planeábamos una vida padrísima pero esa vida nunca llegó. Cada año de casados, yo pensaba “ahora si, lograremos estar estables y felices” pero eso era un imposible. AMAR, no estaba en su naturaleza. También recuerdo cómo me fue robando mi fe, mi esperanza en Dios, mi celo apostólico. Poco a poco, con mentiras y manipulaciones, de forma planeada y sistemática, me fue secando el alma. Y por último, también recuerdo que los viajes y salidas, en realidad era yo quien tenía la iniciativa, quien ahorraba, quien los planeaba y ejecutaba. Así que… ahora que lo pienso, lo único bueno que él tenía, era yo. Y me perdió.
Así se siente terminar una relación de abuso narcisista. Pues te enamoras de la máscara, de la ilusión, la fantasía… del engaño. Te enamoras de humo que se disipa con el tiempo y que al final te deja sin nada. Pierdes lo que nunca tuviste y terminas con tus propios colores, formas y texturas recortadas en cachitos. Pero soy más fuerte que mi dolor, y sé que en medio de mis lágrimas, recogeré cada pedacito mío tirado y arrugado, lo renovaré y me pegaré de nuevo. Volveré a ser yo; e incluso, descubriré nuevos colores, nuevas formas, nuevas texturas. Sé que volveré, y esta vez, más fuerte, más segura y amaré más cada partecita de mi. Seré mi propia guardiana. Esto lo hago por mi, por mis hijas, por todas las mujeres que terminaron su vida en pedacitos de ellas mismas y por las que apenas se dan cuenta de que están siendo recortadas.
Te mereces entera!
Cada color, cada textura, cada forma tuya es
especial, única y merece amor!

Gracias por leer este artículo tan íntimo y tan mío. Te leo en los comentarios, cuéntame si te has sentido así alguna vez. Y no olvides compartir mi contenido con alguna amiga que creas que está siendo recortada.
Btw, si al comenzar a salir con alguien, sientes que es tu alma gemela, huye. Lo más seguro es que estés siendo manipulada.
Besos, Esther.
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